Dieta y bronceado

La alimentación puede potenciar el color de la piel, proteger frente a factores externos y favorecer una piel más luminosa e hidratada. La piel, nuestro órgano más extenso, actúa como barrera protectora y responde a los rayos solares produciendo melanina, el pigmento responsable del bronceado. Sin embargo, la calidad y duración de ese tono no dependen solo de la radiación UV, sino también de factores internos como la dieta. Una alimentación equilibrada, rica en vitaminas, minerales y antioxidantes, fortalece la piel, mejora su regeneración y contribuye a un bronceado más uniforme, saludable y duradero.

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